Oe,oe,oeeeee¡¡¡ doy saltos de alegría, por fin mis oraciones han sido escuchadas, las 1.200.000 velas que enciendo cada día surten efecto, los científicos por fin han encontrado la solución al problema de la línea y no precisamente la recta sino la curva.
No, no me deis las gracias, cobraré por conseguirlo jajajaja, ahora en serio os explico, desde hace unos años se experimenta con lo que se denomina Textrónica este bonito palabro proviene de la unión de las palabras textil + electrónica. Dicen que ante las crisis la creatividad se convierte en la única opción posible y es verdad, el nacimiento de la textrónica tiene su origen en el problema que ha provocado la fuerte competencia proveniente de Asia, las empresas dedicadas a la producción de tejidos se vieron en un aprieto, ante esta situación empezaron a replantearse hacia dónde debían dirigirse, y llegaron a la conclusión que tenían que aportar algo nuevo al producto, volverlo más funcional, así llegaron los Smart Textiles ( tejidos inteligentes) o lo que es lo mismo nuestra salvación.
Entre las posibilidades infinitas que se han abierto ante nosotros están las camisetas termorreguladoras que repelen el sudor, prendas deportivas cargadas con iones que aceleran la recuperación muscular, guantes con calefacción, ropa interior de acción antibacteriana… También la cosmética se ha sumado a estos avances tecnológicos y sus laboratorios de investigación ya comienzan a incorporar especialistas en textrónica Por si os faltaba un empujoncito para apostar por los e-tejidos ( tomad nota del vocabulario) estos ya ocupan un puesto de honor en los vestidores de los hombres y mujeres más avanzados del planeta.
Como no quería dejaros solo con la teoría, he seguido investigando y entre las posibilidades interesantes que he encontrado están las sandalias Flipflop, que remodelan la silueta zancada a zancada, también hay zapatillas, como las de Isotoner, que trasladan los pies al nirvana mientras liberan sus microcápsulas de aloe vera todo mimo y relax, ummmmmm para encontrar nuestro lado zen.
Si lo anterior no era suficiente, resulta que en el otro lado del planeta, en países como Australia y Nueva Zelanda, los consumidores antes de comprar no solo miran la talla o la composición textil en las etiquetas de la ropa, también examinan minuciosamente el UPF que no es otra cosa que el equivalente textil del Factor de Protección Solar de las cremas. Puede parecer exagerado, pero os recuerdo que la ropa no bloquea la acción de los rayos solares, que llevar una camiseta clara equivaldría a haberse extendido una crema con protección 15, y que en el caso de unas medias de nylon hablamos de un ridículo protector 2, por nuestra salud y belleza, me parece interesante disponer de prendas que nos protejan del rey sol en sus peores horas.
¿Sorprendidos? Pues esto es sólo el comienzo.
Si, lo sé en este momento seguro que están pensando, pero no existe una posibilidad más fácil? La respuesta es SI, entre esta gran oferta tecnológica encuentro un producto químico que, añadido al detergente, eleva el índice de protección solar de la ropa lavado tras lavado, vamos un Ariel con protección solar.
Sigamos....en nuestro país y para que no piensen que esto solo ocurre fuera de nuestras fronteras mis pesquisas me llevan hasta la firma Triumph, que tiene un sujetador enriquecido con aloe vera que hidrata y suaviza el contorno pectoral.
Luego encuentro a la firma ABC Farma que cuenta con una colección que incluye pantys remodelantes –los Beauty Body son líderes–, fajas que aceleran la combustión de la grasa en la zona abdominal, bóxers anticelulíticos y hasta un top reafirmante para el pecho.
La última marca en seguir esta reciente tecnología es Biotherm que ha asociado un producto anticelulítico a una prenda textil. El resultado es Shape Laser, un kit remodelador de glúteos que actúa en dos fases: el cosmético y el efecto push-up de unas braguitas que también llevan activos reductores y reafirmantes.
Los expertos afirman que el éxito se debe a que los activos están en contacto con la piel durante horas, por lo que resultan más efectivos que cualquier cosmético.
A mí me encanta la idea, no tener que preocuparse por ponerse la crema cada día, olvidarse de tener prácticamente un laboratorio en el baño de casa, pues entre los cosméticos para el pelo, el rostro y el cuerpo, casi casi podríamos fabricar un bomba, al menos en mi caso es así, vamos que voy a salir a la búsqueda de toda la gama de productos tecnológicos y ya os contaré los resultados, porque como Santo Tomás hasta no ver no creer.
Y ustedes que opinan?
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