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Dios salve a Karl, Galliano y Armani por sobre todas las cosas






Después de un día agotador, me dispuse esta tarde a deleitarme con los desfiles de Alta Costura de París, la capital de la moda en esta época del año ( y siempre…) quería elegir a mi favorito, pero no esperaba encontrarme con las colecciones que he podido disfrutar.
El primero en sufrir mi escrutinio fue el más esperado, el Kaiser Karl Lagerfeld, quien se ha sacado de su mágica y creativa chistera una de las colecciones más suntuosas de los últimos tiempos, ricas en telas brocadas y sedas salvajes, ya saben que el lujo no sufre de crisis, y esta colección es buena muestra de ello, abrigos, vestidos-bolero cortos y trajes largos fueron verdaderas joyas. Entera o parcialmente bordados de pedrería, a veces rebordados con flores y rejillas de oro, suntuosos atuendos plateados y dorados, rojos, azul cielo, noche, rosa, berenjena, ladrillo, granate, beige y por supuesto negro.

Les recomiendo pegar un vistazo a los botines, es pec ta cu la res¡¡

Pero si Chanel me dejaba boquiabierta, el caso de Galliano con Dior ha sido una alegría para la vista, pequeñas ninfas vestidas de flor, alegraron una pasarela colorida, con un invierno que se teñirá de primavera para que los días grises, sean eso, menos grises.
La inspiración? Sin duda las musas de los años cincuenta han visitado de nuevo a John Galliano, quien me ha hecho disfrutar con el contraste de vivos colores y el exceso de telas onduladas han inundado la colección, las modelos alzadas sobre sandalias con pinchos y algunas lucieron en sus cabezas papel celofán de colores, a modo de arreglos florales.
El desfile recordó, muy mucho, la línea Tulip, diseñada por Christian Dior en el año 1953, cuando la casa era el centro de la moda francesa.

Ah¡¡¡ pero tenía que llegar algún favorito, alguien que se adaptara a mí de verdad, si en alguna colección me he visto reflejada ha sido en la de Armani Privè, inspirada en los años 70’s, esta colección está pensada para la mujer trabajadora, colores cobrizos y pálidos, marrones, beige, anaranjados, grises y negros, así como dorados, se erigen reyes de una colección para vestir durante el día y no tanto para fiestas mundanas, sublimes los más trajes-chaqueta y los vestidos, con la característica de la marca: depuración y sobriedad.

Después del goce y disfrute de las colecciones presentadas por tres grandes, les cuento algunas reglas que predominaran la próxima temporada:

1.-Dominará la noche, la gala y la gran fiesta, pues aunque sean largos, ni abrigos ni vestidos llegarán nunca hasta los tobillos
2.- Se llevará la melena rubia y labios rojos a juego con las uñas
3.- Los tacones de vértigo seguirán dominando las calles.

Y ahora, me voy a seguir soñando poniendo rumbo siempre hacia París.

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