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Bañarse o no bañarse esa era la cuestión





Estamos llegando al clímax del verano, eso es un hecho, demasiado pronto eso es cierto, y mira que lo siento, pero en nada las playas comenzaran a quedarse vacías de público y volveremos a la maravillosa rutina del invierno; mientras pensaba esto delante de una caipiriña, comencé a recordar que la costumbre de bañarse en las playas no apareció hasta finales del siglo XVIII. Fue el rey Jorge III quien comenzó a frecuentar las playas de Weymouth en Inglaterra, y empezó a instaurar el hábito de bañarse en el mar.
Curiosamente, hasta 1822 no hay constancia del traje de baño de mujer, sería una francesa –como no, son las más atrevidas- concretamente la duquesa de Berry, quien se metió, totalmente vestida, en la playa gala de Dieppe.
No sería hasta el año 1890 cuando surgió el primer bañador, hecho a base de camisa, pantalón y calcetines, tanto para el hombre como para la mujer. Posteriormente en el año 1915 desaparecieron los calcetines del traje de playa, aunque las mujeres seguían utilizando camisones, camisas largas y faldas para bañarse. Fueron los caballeros quienes se destaparon y lucieron sus piernas con pantalones cortos, más o menos como en el Rococó - pero esa es otra historia- ellos como siempre los valientes.

A las mujeres no nos llegaría el momento de descubrirnos hasta 1930 que es cuando surge lo que podríamos calificar de primer bañador femenino, tal como lo conocemos ahora. Por supuesto los pantalones tenían que cubrir obligatoriamente los muslos. Esta primera prenda estaba hecha de lana, y al mojarse podía pesar más de tres kilos, se imaginan el movimiento? Como caminar en el espacio. Es en esta época cuando Coco Chanel pone de moda entre las mujeres, hacer deporte, tomar el sol, lo que conocemos como mantenerse en forma, y el bañador se convirtió en el artículo perfecto para tener un cuerpo saludable y bronceado, al menos a medias.

Pronto las mujeres se verían regaladas con una mejor prenda que permitiera la libertad de movimientos y una mejor forma de lucir, los cuerpos que el deporte modelaba, fue en 1946 cuando llegó el Bikini, su inventor Louis Reard, fue un innovador y un provocador, bautizó la prenda con el nombre de "bikini", porque ése era el nombre de un atolón del Océano Pacífico, donde Estados Unidos hizo explosionar la primera bomba de plutonio. El bikini resulto tan explosivo como la misma bomba que se lanzó sobre el atolón, y de hecho fue prohibido en muchos países y condenado por autoridades religiosas.
La primera presentación del bikini se realizó en París, la bailarina de teatro de revistas, Micheline Bernardini, fue la primera que lo lució, porque Louis Reard no logró que ninguna modelo profesional aceptase lucir el traje de baño más pequeño jamás ideado – era otro momento de la historia, Kate Moss, no se negaría-, y es que el simple hecho de mostrar el ombligo ya era toda una provocación en la época.

Sin embargo, más que una invención fue un redescubrimiento o un toque de inspiración divina, pues ya en la antigua Grecia se utilizaban bañadores de dos piezas, y algunos mosaicos romanos del siglo IV muestran a mujeres haciendo gimnasia, llevando lo que hoy llamaríamos bikini. Eso aparte de la vestimenta tradicional de las mujeres en las islas del Pacífico, que lo llevaban sin saber su nombre.

En 1960 apareció la lycra, una fibra que puede ser tensada y estirada hasta agrandar su tamaño seis veces. Gracias a la lycra empezaron a fabricarse los primeros bañadores elásticos, que estrellas de Hollywood popularizaron, desde Ursula Andress, pasando por Raquel Welch y la sensual Marilyn Monroe, quien creó una locura colectiva entre sus admiradores, luciendo su cuerpo en bikini.
En 1964 es un estilista californiano, Rudi Genreich, quien da una vuelta de tuerca inventando el topless o monokini. En principio era un bañador negro sostenido por dos tirantes, que dejaban al descubierto el pecho de la mujer.
El tamaño de las prendas se fue reduciendo cada vez mas, y en 1974 aparece el tanga. El lugar: Brasil, y su inventor, el italiano Carlo Ficcardi.

Sin duda el inicialmente llamado traje de baño, ha sufrido a lo largo de todo un siglo una gran transformación, una huella y un grito de todos los cambios sufridos por la sociedad, ahora solo nos queda saber que nos depara el futuro, visto lo visto, y teniendo en cuenta el cambio climático, así como los aires retro que se respiran en la moda, en unos años será muy sexy enfundarse en un camisón largo, pantalón y calcetines para tomar los baños de sol y nadar en las aguas del mediterráneo o del Caribe para los bolsillos mas espléndidos.

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