Frederick Nietzsche vivió en un tiempo “enmascarado” en una eterna búsqueda de diversas formas de identidad, con cuidado se colocó su máscara y salió a escena, la escena de la vida, Nietzsche pensó en la máscara y se pensó en la máscara.
Las máscaras, filosoficamente hablando son metáforas, formas de ver, de interpretar la vida, se finge ser otro, supone vivir otra vida. Los cambios de personalidad, de comportamiento también son máscaras que se modifican y usan según la necesidad.
Pragmaticamente hablando una máscara no es mas que una pieza que cubre el rostro, puede ser de diversos materiales: tela, plástico, madera, yeso, piel son materias que se moldean para crear esa "sombra" cuya superposición hace cambiar incluso la forma en que se ven y se miran las cosas.
El uso que ha hecho la humanidad de las máscaras es de lo más varipinto, durante algunas épocas tenía próposito ceremonial, no habia un gran chaman que se preciare que no tuviera una máscara, un "cubre rostro" con figuras, formas,colores que produjece el efecto deseado en la concurrencia. En otro momento sirvieron para la ocultación de pasiones y amoríos.
Se dice que el origen de la palabra viene del latin "mascus"= fantasma aunque posee traducción a todos los idiomas incluido el árabe cuya "maskharah" significa "bufón". Quizás porque quien lleva una máscara se siente separado de la realidad, capaz de hacer cosas que a rostro descubierto no se atrevería.
Las utilizaban los valientes caballeros de la edad media, quienes combatían con máscara para no ser reconocidos. El mayor uso de la máscara ha sido en Italia, cuyos famosos bailes venecianos en época de carnaval son antológicos y aún continuan siéndolo.
Pero existieron piezas mas cercanas a nosotros y con utilidades prácticas, fue durante el siglo XVI y XVII, cuando las señoras adoptaron el uso de antifaces para resguardarse del sol.
Las máscaras retoman su hegemonía y protagonismo, han pasado por películas hollywodienses y ahora es Instagram quien las recupera, poniendo de moda fotografiarse con una máscara. La moda también las sube de nuevo a la pasarela, en manos del clásico Martin Margiela quien siempre cubre el rostro de sus modelos, todos los creadores han decidido ocultar la personalidad propia y reconvertirnos. En un momento en que vivimos una crisis de identidad, dejar de ser quien somos e interpretar a otro u otra será la tendencia que llega a toda prisa y llega para quedarse.
Un article molt interessant: molt interdisciplinar! ;P
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