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SÍ, existe un límite de edad para el uso de la minifalda

Me encantan los programas de cambio de imagen, creo que os lo he dicho ya en otras ocasiones (perdonadme si me repito más que el ajo ;-) , no los veo por morbo, sino porqué ejerce en mi una fascinación, la forma en la que en muchas ocasiones el ser humano se autoengaña. Lo hace de tal manera que aún cuando se encuentra con la prueba en las narices, sigue en sus trece y no cede.



La forma de vestir nos autodefine, como reza el anuncio de Norit, que por cierto me parece fantástico. Por primera vez en esta publicidad, se muestra la moda tal como yo la veo: como un medio de expresión e individualidad, pero a la vez como una forma de cultura, de usos y costumbres. En fin, tranquis no me voy a poner filosófica.



Viendo uno de esos programas de cambio de look, he llegado a la conclusión, que la mayor crisis de estilismo personal llega con los 40 años. A la ya crisis existencial que supone cumplir ese número de años que a algunas mujeres asusta, se añaden cambios en el cuerpo, en el espíritu. Sí, gozamos de mayor madurez, de una seguridad inusitada, pero a la vez el aspecto externo se convierte en una obsesión, en un punto en nuestra IT list diaria que hasta ahora habíamos dejado quizás de lado. 

Comenzamos a ver esas incipientes arrugas; la gravedad hace mella en el cuerpo, todo lo exterior ocupa una parte importante de nuestras preocupaciones. Luchamos contra ello. Tomamos vitaminas, cambiamos las cremas del Mercadona por aquellas que realmente nos brinden resultados, probamos productos para el cuerpo, el pelo y nutrimos el interior.  Vamos al gimnasio, ya sea por primera vez o acentuamos nuestros días de fitness, no solo por mantener todo en su sitio, sino porque nos damos cuenta de que el cuerpo ya no quema con tanta facilidad las calorías consumidas y que no basta con cuidar la dieta, se necesita una ayuda extra y debemos darla en formato aeróbico.

Retomo el tema de los programas de televisión. Este post surgió a raíz de la pregunta de una de las mujeres trasformadas. Aquí la tenéis 46 años, guapa aunque desfasada, adicta a los años 80, enfundada siempre en minifaldas que le llegaban a medio muslo. Cuando cogen su ropa, la analizan los expertos y le dicen que esas faldas no se las puede poner, ella salta enseguida cuál leona ante el robo de su cachorro y pregunta ¿ pero existe un límite de edad para ponerse minifalda? le responden que si, a lo que ella contesta: pero si estoy guapísima con ellas y además me veo joven!




Si bien es cierto, que un alto porcentaje de mujeres en la cuarentena llegan a ella más estupendas que nunca, también es cierto que el 99,9% comienza a dudar de su imagen; la razón no es que sean más gordas, más bajas o más altas, sino porque han alcanzado una edad en la que surgen grandes preguntas - por desgracia solo en algunas mujeres- ¿ puedo seguir poniéndome minifalda? ¿ y que hay de los shorts? ¿voy demasiado ajustada?  y sobre todo salta la frase:  ¡¡¡no quiero parecer vieja!!!....uy!! se masca la tragedia.....

En el caso de las mujeres que gozan de un cuerpo espléndido, la mayoría decide continuar con ese look, algunas incluso rebelándose contra esa "terrible" edad, deciden "copiar" a sus hijas adolescentes o jovenes, salen disparadas de casa hacia Bershka, Stradivarius o Traffaluc, en un intenso afán de atrapar la juventud ha como de lugar.

Bajo mi punto de vista, las décadas de la edad están para ir evolucionando, es un buen momento - como cualquier otro por supuesto- para realizar cambios. Cuando pasamos de la niñez, evolucionamos a la adolescencia, en ese momento transformamos la actitud, el carácter y la forma de vestir. Dejamos los volantes y el look que nos dictaba mamá, para vestir más acordes con la edad. Pero tal parece que a partir de los 30, el tema de la imagen se convierte en una nebulosa de difícil definición. Muchas mujeres permanecen en un look que ya no abandonan nunca y otras lo cambian por algo atrevido, descarado... e inapropiado....

No se trata de mojigatería; cuando llegas a los 40, 50 o 60, son etapas que vas superando y como tal, hay que realizar cambios, por muy estupenda que estés, por mucho cuerpazo que luzcas. Os aseguro que se puede lucir cuerpo estupendo pero sin necesidad de parecer la "hermana vieja" de las hijas adolescentes. 

El cuerpo de una mujer de 40 no es el cuerpo de una chica de 20-25, eso creo que lo tenemos todos claro, ¿entonces porqué negarse a la metamorfosis que esa edad demanda? sé que las connotaciones psicológicas son profundas, que hacerse "mayor" significa enfrentarse por primera vez a la realidad de que no somos eternos, a la realidad de que quizás no hemos cumplido con todos los objetivos que nos habíamos marcado, sentimos que el tiempo se nos ha ido y no nos hemos dado cuenta.... en fin un millón de reflexiones que no vienen al caso.  La cuestión que os planteo, es que al llegar a los 40 años, SÍ existe un límite en la medida de una falda, más allá de dos centímetros por encima de la rodilla no lo deberías llevar. 
Aunque el cropped top se lleve, por mucho vientre plano o tableta que tengas, va a ser que no es lo mejor para ti. Salir como la Reina Letizia - no podía faltar- vestida con sudadera, vaqueros desgastados y ballerinas para ir a dejar a tus hijas al cole, no es lo más glamoroso ni adecuado. Una mujer madura tiene ante sí miles de posibilidades, es el momento de mayor esplendor, y ese esplendor se consigue con un look sofisticado, elegante donde siempre el menos es más.

Os invito a reflexionar sobre el tema, si no estáis de acuerdo no lo dudéis!! contádmelo, y si estáis de acuerdo, contadlo!!!  :-)  Este es vuestro mejor momento, hay que aprovecharlo de la mejor manera y con una imagen acorde a esa fabulosa edad en la que habéis entrado.

Para terminar, aquí tenéis un enlace de una mujer que se ha gastado 14.000 dólares para parecerse a su hija. Ver para creer.  http://www.belelu.com/2012/05/mujer-gasto-14-000-dolares-para-parecerse-a-su-hija/


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