Página en blanco

Domingo, aún con la resaca de los desfiles de moda Adlib, una pasarela creada hace treinta años, cuyas islas que le sirven de escenario Ibiza y Formentera han marcado desde entonces, bajo la influencia hippie de finales de los años 60, una moda que se deja inundar por el blanco de las casas y los sombreros de paja, una tendencia, muy alejada de la que dictan los gurús de la moda.
Al hablar de la moda Adlib no podemos dejar de lado su máxima representación: el color Blanco, y allá que vamos a aprender más sobre este fantástico color.

El Blanco es el color femenino de la inocencia, el color del bien, de los espíritus y el color más importante de los pintores, existen 67 tonos de blanco.
Representa tranquilidad, claridad,pureza,vacío,inocencia y perfección.
Las personalidades blancas no tienen nada que ocultar. El blanco es un color que no disimula los defectos, por lo que estas personas se presentan ante los demás como realmente son. El blanco es el color de los caracteres tranquilos y pasivos.
En la historia de la Creación del hinduismo, el mundo nace de un mar de leche. La leche es el primer alimento que recibe el ser humano y es de color blanco.
El blanco como significa ausencia de color, se convierte en un color de luto en algunas culturas. Es el color más acorde con la idea religiosa de la reencarnación que no considera la muerte como una despedida definitiva del mundo.
Pero y en la moda? El blanco ha tenido un lugar destacado en la historia de su evolución, después de la revolución francesa y una vez pasada la moda más dispendiosa de todos los tiempos –la de los trajes rococó- llego la moda imperio ( hasta 1830). Las mujeres solo vestían el –chemise-, un vestido sencillo sin mangas ni cintura, ceñido bajo el pecho y escotado de llamativos tejidos: transparentes, vaporosos y blancos.
La razón de este cambio en la moda fue una vez más un cambio en la sociedad. La revolución francesa significó la victoria de la burguesía sobre la antigua nobleza. Los burgueses deseaban imponer sus valores, y los valores de la burguesía eran: libertad, igualdad y fraternidad.
La moda del periodo rococó estuvo envuelta en artificialidad, la nueva moda buscaba en lugar de corsés, un aspecto natural, virginal, renovador…
La moda antigua era una demostración de riqueza y los burgueses deseaban demostrar que la riqueza era la grandeza espiritual. Renunciar a los valores externos exigía subrayar los valores internos.

Si la moda uniformizante de los jeans en el siglo XX quiso ser expresión de una actitud progresista que no juzga a nadie por su aspecto exterior, la moda única del vestido blanco del siglo XIX manifestaba la pertenencia a un estrato social que quería representar los verdaderos valores de la cultura. Esta moda femenina blanca se convirtió en una moda mundial porque expresaba el ideal del clasicismo, era clásico-griega.
La moda del clasicismo griego renunció a los colores pero contaba con otro tipo de atractivos, las mujeres vestían como diosas griegas, vestidas con telas transparentes lo que las hacía parecer que iban desnudas. La moda establecía que el vestido, el calzado y las alhajas no debían pesar juntos más de 250 gramos. Un detalle curioso obligaba a que el bolso debía tener forma de vasija griega.
Pero vestir de diosa no era lo más acertado en los climas fríos, muchas mujeres murieron de pulmonía, la “enfermedad de las muselinas”, se decía entonces, pues los vestidos eran de muselina, una batista muy fina y transparente.
Incluso la cosmética se ha dejado influir por el color blanco, Nivea es una palabra latina cuyo significado es nívea,blanco, es decir el color de la nieve. Ay¡ eran otros tiempos de inventar nombres de marcas….lo del branding aún no estaba muy arraigado.
Para los que piensen que el traje de novia blanco con corona y velo es una tradición antigua, lo cierto es que no es así, la moda de la novia de blanco nació en el siglo XIX. ¿Cómo vestían antes? Simple y llanamente con sus mejores prendas, no había una moda establecida al respecto.
La primera mujer que se casó conforme a la moda actual fue la novia más famosa del siglo XIX: la reina Victoria de Inglaterra, que en 1840 contrajo matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia-Gotha. La reina vistió un traje de satén natural blanco y algo que causó sensación: un velo de novia. Tras el deseo de la reina de llevar velo había una clara intención de apoyar a la industria inglesa de los encajes, que luchaba contra su competidora francesa.
Así el vestido de novia blanco convertiría a partir de entonces a las mujeres que lo visten en “Reinas por un día”.

Y mientras espero no pasar una noche en blanco, busco la inspiración vestida de blanco, mientras leo el poema de Mario Benedetti que dice:
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aquí te dejo todo
haz lo que quieras
espabílate
o por lo menos organízate

yo me echaré una siesta
ojalá me despiertes
con algo original
y sugestivo
para que yo lo firme