Dice la academia de la lengua que Bazar es un establecimiento
donde se venden objetos diversos. En el cambiante universo de la moda y el
diseño, la palabra Bazaar ha sido utilizada en multitud de ocasiones, ya sea
para referirse a una revista o como nombre de uno de los espacios que pasarían
a formar parte de la historia: Mary
Quant, creadora e impulsora de la minifalda, daría el nombre de Bazaar a su primera tienda.
Pero shhhhhh, en está ocasión os voy a presentar un lugar
secreto, en pleno casco antiguo de nuestra ciudad, un lugar imperdible y cita
ineludible a partir de ya.
Recibir una llamada de la fabulosa Tania Baides, es sinónimo
de que descubriremos un espacio, un concepto, o firma, cargadas de historia,
por ello era imposible no acudir a la cita y mucho menos cuando en el título de
la invitación leí la mágica palabra; “Bazaar”. Al instante vinieron a mi
referencias del imaginario de la moda, pero también olores, sabores, colores
llenos de magia, estaba segura que así sería, y no me equivoqué.
La invitación además especificaba: encuentro en petit comité.
Un mensaje que aumentó mi interés y curiosidad. Así acudí a la cita, curiosa y
emocionada una cálida mañana de jueves. Recorrer las calles del casco antiguo
de nuestra ciudad, ya nos traslada a otras épocas, e incluso nos da referencias
de otras ciudades, al llegar al portal de Bazaar Palma, me vi inmediatamente
trasladada a París, pude escuchar “la vie en rose” como telón de fondo, todo
estaba impregnado de un refinado estilo francés.
Nos recibió la creadora y propietaria de este cálido espacio
de decoración, Mila Lázaro, cuyo estilo personal me recordó a las mujeres plasmadas
por Klimt. Ella nos introdujo en la historia de su proyecto que ahora se ha
convertido en realidad. La historia se inicia en su pasión por el calzado y el
diseño, que ha llevado a cabo con gran éxito en la firma Camper, pero dicen que
al final el espíritu nos pide algo más, dar un pequeño salto al vacío para
llenarnos de aire renovado y sobre todo de felicidad y para ella el salto fue concebir
Bazaar.
Por casualidad y paseando por la ciudad se encontró de pronto
con un local, en una calle llena de historia como Carrer d’en Brossa, dice que
cuando lo vio por fuera nunca pensó la magia que encontraría dentro. Se trataba
del antiguo local de la librería Fontdevila, ahí, viejas estanterías elaboradas
a mano, aparadores
con puertas de cristal, vitrinas y portones de madera, históricos suelos
hidráulicos la
esperaban, ahora restaurados, se han convertido en protagonistas de un espacio lleno de historia, sin duda el
lugar idóneo para alojar a Bazaar. En mi opinión y después de escucharla, sigo
afirmando que los sitios nos encuentran y éste encontró a Mila.
El primer paso estaba dado, ahora quedaba la parte más
personal, elegir aquellas firmas que formarían parte de este universo
decorativo. Mila ha elegido cuidadosamente todas y cada una de ellas, por
afinidad, por ser consumidora y sobre todo por admirar el trabajo que hay detrás,
ha ido seleccionando una serie de marcas que podemos encontrar en exclusiva en
Bazaar.
No podía elegir mejor, comenzamos con una de las firmas de mayor renombre en el mundo
de la decoración Astier de Villatte, que está presente en el espacio con sus cerámicas,
velas, inciensos y cuadernos, la marca
francesa ocupa gran parte de las estanterías.
No sé a vosotros pero a mí me
encantan las historias, y saber que cada una de las piezas de cerámica se
realizan a mano individualmente en su taller de París, y que llevan la firma
del artesano que las ha elaborado, hace que cobren un valor aún más elevado, éste
es el nuevo lujo, sin ostentación, donde el valor no radica en el precio sino
en el imaginario que hay detrás.
Inolvidables sus velas e inciensos con
nombres y aromas como Alger, Cambridge,
Commune de Paris, Grand Chalet, Jerusalem, Kobé, Mantes-la-Jolie, Naples,
Opéra, Rue Saint-Honoré. Cada una de ellas está inspirada en un viaje,
encuentro, lugar, y rememora los olores que más han llamado la atención a sus creadores
Ivan Pericoli y Benoît Astier, dueños de la firma Astier de Villatte.
Otra de las firmas que tienen en exclusiva
es John Derian, sus bandejas de cristal con escenas marinas o motivos de frutas
en decoupage adornan las paredes,
dando ese toque alegre y divertido al entorno.
Como todo Bazaar que se precie ofrece
además cosas muy útiles, no solo decorativas, elementos de cocina de la marca MALLE W. TROUSSEAU
con molinillos de especias, delantales de cuero, tablas de cortar de nogal
y peladores de patata suizos o ropa de cama en lino 100% de Mille et
Claire, imperdibles sus exquisitas
sábanas de coton voile de tres capas.
Podría escribir, escribir y
escribir, pero mejor os invito a visitar este especial y mágico Bazaar, que a
mí me ha conquistado. El lugar ideal para encontrar esas piezas únicas con las
que decorar nuestro hogar, piezas que conforman un lujo sereno o porque no, elegir un hermoso regalo para alguien que sepa
apreciar el trabajo artesano detrás de un producto.
Desde estas líneas dar las gracias a
Mila, Tania, Phillippe y el equipo de Astier de Villatte por su acogida tan
cálida y por un maravilloso regalo que conservaré siempre, pues sé que detrás
de él hay una maravillosa historia.
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